No han sido pocas las veces en las que uno mismo duda de las propias motivaciones, el valor de las acciones, son estas dudas las que me atormentan cada día durante las ultimas semanas. Al día de hoy, un pequeño proyecto en el que he estado trabajando, ha sido el detonante de todas estas inquietudes, y aunque cada vez le doy una respuesta satisfactoria al dilema, y que reconozco las motivaciones y la finalidad del proyecto, no puedo evitar sentir que quizás no tenga ningún valor, y quizas asi sea, y el único que llegue a tener, sea aquel que he decidido darle.
¿Seria entonces equivocado creer que las cosas poseen el valor que uno les da?, ¿Las cosas tienen un valor real?, ¿Quien es el responsable de darle tal valor, cuales son sus criterios?, ¿Son acaso los mas adecuados?.
La fotografía anexada pertenece a uno de las escenas del proyecto.