(F 6.3, 1/125, 50.80 mm, ISO 160) |
(F 5.4, 1/50, 55.00 mm, ISO 800) |
(F 6.3, 1/125, 50.80 mm, ISO 160) |
Espero que disfrutes las fotografías, tanto como yo disfrute tomarlas.
(F 6.3, 1/125, 50.80 mm, ISO 160) |
(F 5.4, 1/50, 55.00 mm, ISO 800) |
(F 6.3, 1/125, 50.80 mm, ISO 160) |
(F 3.4, 1/20, 4.00 mm, ISO 160) |
(F 3.4, 1/1250, 4.00 mm, ISO 160) |
(F 3.4, 1/1250, 4.00 mm, ISO 160) |
(F 3.5, 1/1500, 4.00 mm, ISO 160) |
Fue un 31 de Julio, un dia en el que en aquella ciudad lejana los nubarrones hacían presencia por la tarde, portadores y mensajeros de la lluvia, un evento que se encarga de esparcir vitalidad por donde pasa. Tras un largo recorrido durante toda la tarde, atendiendo algunos asuntos para el regreso a casa, fue que de regreso a donde me hospedaba note a lo lejos algo increíble.
Se trataba de unas escaleras, en gran parte ya asimiladas por el suelo, cubiertas por aparentemente maleza, estos elementos no hacían más que dar la apariencia de aquel sitio se había congelado en el tiempo, y ciertamente ese era el caso. Estas escaleras conducían a un viejo monasterio, presuntamente de la época colonial (aunque la memoria puede estar fallando), un lugar que no hizo otra cosa que despertar mi asombro, es posiblemente de lo más cerca que he estado de viajar en el tiempo, y como cualquier persona que viajase en el tiempo haría, me dedique a recorrer con todo detenimiento las ruinas.
Espera (F 6.3, 1/400, 144.00 mm, ISO 160) |
Señalización (F 5.6, 1/1500, 9.40 mm, ISO 160) |
Privacidad ( F 5.6, 1/640, 77.30 mm, ISO 160) |
Camino (F 6.3, 1/1500, 8.10 mm, ISO 160) |
Caricias de sol (F 6.3, 1/640, 38.20 mm, ISO 160) |
Visitantes (F 6.3, 1/640, 46.70 mm, ISO 160) |
Decidido a retomar la práctica con la cámara, aproveché mi visita a la universidad para lograr algunas tomas. Fue de mi sopresa notar que después de tanto tiempo sin utilizar la cámara había perdido la habilidad para configurar rápidamente el disparo con los valores deseados.
Con cada intento sentía cada vez más la emoción de buscar el mejor ángulo, de acostarse en el piso de ser necesario, la emoción de terminar y ver en las fotos algo que te gusta mucho y a lo que inmediatamente le agarras cariño, y recordé una vez más porque disfruto tanto expresarme por este medio.
La idea de la consciencia, al menos en lo personal, resulta
muy difícil de definir, podría considerarse como un sistema por todos los
elementos que podrían estar implicados en su funcionamiento, pero para fines de
esta entrada, la tomaremos como un medio, que en este caso, nos permite
reconocer y sentir la vida, de modo que captamos y traducimos las experiencias
y vivencias absorbidas de la realidad, considero son estas últimas, y sus
emociones y sentimientos asociados lo que nutren nuestra alma, a su vez, es
nuestra alma quien le otorga a nuestra consciencia una comprensión más amplia
de la realidad, y con ello, una nueva interpretación de la misma.
Después de todo, al ver a la luna y las estrellas, al
reconocerlas, ¿no sientes asombro y admiración por su belleza, su grandeza, su
atrayente luz? Y después de sentir algo así,
o cualquier otra cosa, ¿no crees que la realidad en la que vivimos es inmensa?.
(F 6.3, 1/640, 23.10 mm, ISO 160) |
(F 8.0, 1/250, 5.00 mm, ISO 160) |
Durante todo el tiempo que he estado usando cierta ruta del camión para llegar a la escuela, un punto especifico del viaje me ha parecido muy hermoso, al recorrerlo una sensación de familiaridad y cariño recorre mi alma, me parece, es uno de esos lugares con los que uno solo tienen recuerdos felices.
Tras varios intentos fallidos de tomar una foto del sitio, pues es difícil estando de pie y apretado por no decir que a uno le da miedo que le miren feo, finalmente pude capturarlo.
(F 8.0, 1/1500, 6.70 mm, ISO 160) |